Estoy segura de que no soy la única que ha pasado alguna vez por esa experiencia. De hecho puedo dar fe de que a más de alguien le han matado la ilusión alguna vez. A algunos les puede pasar mucho más seguido que a otras, pero lo cierto es que a todos nos sucede.He pensado sobre esto algunos dias ya, y sentí esa necesidad imperante que me embarga de cuando en cuando y decidí escribir sobre la muerte de la ilusión. Probablemente el hecho de que de cuando en cuando se mueran las ilusiones debe ser parte de la vida, y hay que conformarse con un "es lo que hay no más poh"...
Pero esto de la desilusión... de que nos maten la ilusión alguna vez tiene muy larga data. Al menos en mi caso.
La historia de mis muertes de ilusión se remontan a cuando esta humilde servidora de la blogósfera era aún una tierna e inocente niñita de cuatro años. En aquellos años soñaba con tener un hermano chico, para acompañar mis solitarios juegos de infante... hasta que mi mamá "me hizo caso"....
...crasso error...
Mis ganas de tener un hermano se esfumaron en el momento mismo en que mi mamá llegó con él en sus brazos... la atención que había visto siempre puesta en mí se había esfumado casi por completo por las complicaciones de salud con las que mi hermano nació... mi desilusión fue mayúscula al darme cuenta que tener un hermano no era la gran "chupada del mate" y que al final en vez de ser más feliz yo, había dejado de serlo e iba a tener que esperar unos cuantos años más para que mi hermano creciera y pudiera acompañarme en mis juegos. Cuando creció tampoco pudo hacerlo porque tuve que cuidarlo cuando salía a jugar, y cuando ya no estaba en edad de cuidarlo porque había crecido lo suficiente, había dejado de interesarme los juegos.
Creo que esa fue la primera desilusión que tuve.
La segunda más grande que yo recuerdo en estos instantes fue cuando me dijeron que el Viejito Pascuero no existía. La verdad es que tenía mis sospechas, pero no pensé que fueran ciertas... y que mis viejos fueran capaces de mentirme de una manera tan feroz por tantos años. Recuerdo que mi vieja fue la que me dijo después de haber insistido tanto en que me corroborara la suspecha de lo que mis amigos me habían dicho tiempo atrás, y que me negaba rotundamente a creer. El dolor que sentí fue tan grande que estuve llorando como una magdalena durante toda una tarde, y le hice la ley del hielo a mis papás durante una semana.
Ya más crecidita, las desilusiones más grandes que he tenido han sido con los hombres. Creo que, a todo esto, la muerte de la ilusión se debe a que las cosas no cumplen las expectativas que tenemos en nuestra mente,creando una desilusión. Fue así como me ha pasado reiteradamente con los minos que me han gustado... me han matado la ilusión muchas veces...
Obviamente esto seguirá pasando, está más que claro... de hecho ayer nuevamente tuve una desilusión... perdió la U, y me quedé con todas las ganas de que ganaran, siendo que existían posibilidades remotas...
Pero bueno... así es la vida... es lo que hay.
Y a usted? como le han matado la ilusión alguna vez???